VIAJES PARA DAR Y TOMAR: UN ASTURIANO EN MEJICO (I)

Que tal todo por ahí?Yo estoy reencontrandome con el trabajo despues de un fin de semana largo y de muchas horas de coche. Así que como no tengo nada de trabajo ahora me entretengo contandoos una de mis chapas de viajes. Ahí va un resumen de lo ocurrido:

Los últimos días de la primera semana de mi estancia en el DF me sacaron a conocer el centro histórico de la ciudad, más concretamente las cantinas del centro histórico, así que ni cortos ni perezosos el viernes despues de currar nos fuimos a cantinear. Que gran invento las cantinas méxicanas! Cerveza barata, comida gratis si vas antes de las 4 y muy buen ambiente. Lo único malo es que cierran sobre las 12 de la noche y no hay muchos bares que merezcan la pena(al menos que yo sepa) y es un marrón moverse de un lado a otro en esta ciudad taaan inmensa.

A parte de las cantinas, el centro esta super "chido" como dicen por aquí. Tb intentamos ir a una pulquería (recomendación muy acertada que me dieron en asturias) pero llegamos tarde. El pulque es una bebida alcoholica que destilan del maguey, una variedad del agave diferente a la q usan para hacer el tequila. En el caso del pulque sólo la fermentan con una levadura, no la destilan. El tema es que en estas pulquerías no tienen botellas de pulque (no creo que se comercialicen), tienen garrafas que según se terminan cierran el bar. Así que el primer día de intento quedo frustrado, pero repetimos al día siguiente y lo conseguimos.
Por supuesto, eramos los únicos guiris del local. Al parecer no están muy de moda las pulquerías y había un ambiente bastante oriundo y decadente. Lo entiendo, pq el pulque era bastante...extraño, no sabía mal (tampoco bien) pero era super denso y pegajoso.

Pulquería

El resto de semana y la siguiente pasaron sin pena ni gloria, lo único original fué la metida de pata con el verbo coger. Estando en una cantina alguien me preguntó si la silla junto a mi estaba libre, y yo amablamente le conteste: "Si, si, cogela!", y yo me quedé mas ancho que pancho. Claro, el chaval se quedó con cara de plato durante 5 segundos y luego se fué. Entonces me paré a pensar pq habría reaccionado así y me di cuenta de la pifia. No fue grave, comparado sobre todo con la historia q me contó una amiga méxicana. Su amiga española se puso a jugar con una niña pequeña en un parque mexicano y a decir "que te cojo , que te cojo!". A los padres no les hizo nada de gracia.

Se ma acaba de ocurrir otra que contar de los mexicanos! parece ser que los fines de semana por la noche, al igual que en oviedo se ven de vez en cuando los juegos estos de clavar un clavo en una tabla con X martillazos, aquí acostumbran a jugar a una cosa que se llaman toques. El tio de los toques se pasea por los bares con una bateria eléctrica con un regulador de corriente y dos barras de metal conectadas a los extremos por cables. El juego consiste en hacer una cadena humana agarrados de la mano, y en cada extremo de la cadena uno de los polos de la batería. El que se suelte pierde y paga 20 pesos, si no te sueltas ganas y nadie paga. Es un juego un tanto sado...