Egipto

En Junio de 1999, tras mucha deliberación, hacía poco más de un año, más concretamente el del 18 de Noviembre de 1997 se había producido en el templo de Hatshepsut un atentado con 64 turistas muertos, decidimos emprender rumbo a Egipto, así que nos dirigimos a la agencia de viajes y por un precio que no llegó a unos 1.200€ por persona contratamos 15 dias, que incluian 7 noches de crucero, 1 noche en Hurgada, 3 noches en Sharm El Sheikk y 3 noches en El Cairo, (antes del atentado un viaje de este tipo podía rondarte tranquilamente los 3000€ pp), aunque no somos amantes de viajes organizados en este pais creemos que es la mejor opción.

1 Día:


Partimos en un vuelo charter de la compañía Lotus Air (compañía arabe), con un aterrizaje algo complicado y ya anochecido arribamos a Luxor por lo que tras realizar los trámites de los visados en la aduana con un calor insoportable, nos recogió nuestro guia con el que nos dirigimos en autobús hasta el barco.

2º Dia

En este viaje se madruga muchísimo, así que a las 08:00 horas, si no recuerdo mal, ya estábamos montados en el autobús que nos llevó en primer lugar al Valle de los Reyes y de las Reinas, parando en los Colosos de Menón para finalizar con la visita al templo de Hatshepsut. La seguridad en los tres sitios era impresionante, ya que aunque hacían todo lo posible por ser discretos, en las colinas que bordeaban los valles donde estaban situados los templos descubrimos un montón de militares metralleta en ristre, igualmente, en el barco también llevábamos escolta armada.

Valle de Reyes (Tumba Tunk Ank Amon)

Valle de las Reinas (Tumba Nefertiri)

Haptshepsut

Tras esta visita, comenzamos nuestro crucero rumbo a Edfu. En este trayecto vimos por primera vez el atardecer en el Nilo, con sus riberas plagadas de casitas de adobe y palmeras, parecía que te habías trasladado 2000 años atrás.
Aquí coincidimos con Javi y Rosa, una pareja muy maja de recién casados (hoy ya cargados de niños), con la que aún mantenemos contacto, así que un fuerte abrazo para ellos, que sabemos visitan este blog.
Como bien sabéis el alcohol está prohibido, solo se vendía en determinadas tiendas a un precio carísimo y unicamente a turistas, por lo que para los egipcios era complicado obtenerlo; más de un cairota nos paró en plena calle para que le comprásemos. Si os gusta tomar una copita mientras contemplais por la borda este paisaje de ensueño llevaros de España una par de botellitas de Whisky (o lo que más os apetezca), nosotros tras obtener el hielo preciso en la cocina del barco nos las ventilamos con los compañeros de crucero durante esas noches al lado de la piscina. Por cierto, si os gusta la cerveza, producen una marca "Stella" que no está nada mal

3º Día

Unos cuantos valientes nos levantamos temprano para disfrutar del paso del barco por la esclusa de Esna, siguiendo ruta hasta Edfu, lugar donde se encuentra el templo de Horus (Dios Halcón), al cual llegamos tras un recorrido en coche de caballos. Como veis en la foto siguiente el compañero que nos hizo la foto se olvidó de sacar al caballo (al otro).

Una vez visitado el Templo, pusimos rumbo al templo de Kom-Ombo, templo a 40 km de Asuan dedicado al Dios Cocodrilo (Sobek) y a Horus, para mi el más bonito de todos, se encuentra junto al rio, y según se acerca el barco impresiona con sus enormes columnas.



Esa noche teníamos la fiesta egipcia, con espectáculo de danza del vientre y de cerviches, por lo que condición indispensable era vestir a la moda egipcia, así que salimos todo el pasaje rumbo a un mercadillo cercano para adquirir las prendas adecuadas cuyo resultado fue el siguiente:




4º Día Aswan (Se pronuncia Asuán)

A primera hora llegamos a Aswan. Tras el desayuno (pensión completa en el crucero, en el que se comia requetebien), partimos en autobús a visitar la famosa y enorme presa de Asuan; el Obelisco Inacabado, sito en ena cantera de granito denominado así al haberse partido durante la talla; y por último el templo de Philae, que se encontraba originalmente en la isla del mismo nombre, dedicado a la diosa Isis, y que tras la construcción de la presa quedó casi totalmente sumergido hasta que a principios de los noventa una misión internacional lo trasladó bloque a bloque hasta la isla de Agilkia a la que se accede en lancha. A continuación nos llevaron a un par de sitios de compras en uno de los cuales varias de las mujeres se hicieron un tatuaje de Gena.

Presa de Aswan


Obelisco Inacabado

Después de la siesta, estaba prevista una excursión en faluca por el Nilo, pero nos dormimos, así que decidimos escaparnos hasta el hotel Old Cataract, en donde nos colamos, y digo colar porque le echamos un morro...
En la entrada al hotel había un puesto de control, en el que cuando llegábamos estaban dando la vuelta a unos turistas que querían entrar, nosotros no nos dimos por aludidos y con nuestra mejor sonrisa les dimos las buenas tardes y pasamos en dirección al edificio principal que atravesamos saludando a todo aquel que nos encontrábamos dirigiendonos hacia la terraza en la que estaban actuando un grupo de música tradicional con tambores. dado que el sitio debía ser carísimo, seguimos paseando por sus jardines hasta que dimos con un rinconcito muy escondido con una vista fantástica sobre el rio y la isla Elefantina, así que nos bebimos el par de latas de cocacola que llevábamos (somos previsores) en nuestra terracita particular.

Una vez calmada nuestra sed, contratamos a uno de los cocheros que estaba en la puerta del hotel para que nos diese un paseo por lo principal de la ciudad de Aswan, la mezquita, el mercado, etc...


Al finalizar nuestro recorrido tuvimos problemas con el mago-cochero, al pagarle con un billete grande, no teníamos lo justo, nos quiso dar el cambiazo, tras un rato de discusión Vicky salío disparada tras unos compañeros del barco que habíamos visto para que nos echasen una mano, y yo quedé discutiendo con este hombre hasta que harto dije las palabras mágicas: "police tourist", ahí se acabaron todos los problemas, entre sonrisas y por arte de magia apareció el billete que le había dado, me dió la vuelta y muy amablemente me llevó en la calesa hasta donde estaba Vicky con la gente del barco los cuales ya estaban dispuestos a "rescatarme".



5 º Día


Hoy estaba prevista la visita al famosísimo templo de Abu Simbel. Normalmente se puede ir en autobús ó en avión, pero debido a los atentados, solo estaba disponible la opción de avión; nos pareció carísimo, unos 200 y pico de Euros por persona, más ó menos lo que nos salía una semana en cualquier hotel de playa por una excursión en la que partías a las 5:00 horas de la mañana y estabas un par de horas en el templo. No nos arrepentimos de no haberla hecho, para compensar fuimos por nuestra cuenta al Museo Nubio, que por cierto está francamente bien, y recorrimos de nuevo el zoco.



6º Dia Navegación de regreso a Luxor





7ºDia


En nuestra guia de Egipto, a la cual acudo durante este relato a fin de que me ayude a hacer memoria, dice una frase sobre el complejo de Karnak y que da en el clavo totalmente "El monumento egipcio más abrumador", sus 25 hectareas plagadas de santuarios, templos y sobre todo la avenida de las esfinges que lo une con el templo de Luxor os puede dar una idea de su grandiosidad

Os aconsejamos llevar en vuestras maletas algunas prendas de algodón largas por si os quemáis mirando el sistema de esclusa, como nos sucedió a casi todos los que íbamos en el barco (ir siempre con protección muy alta si no queréis pasarlo mal).

8º Día

Partimos muy temprano un montón de autobuses protegidos por un convoy del ejercito con destino Hurgada donde llegamos aproximadamente a las 16:00 horas. Unos cuantos de nuestros compañeros de viaje se quedaban unos dias en esta zona, nosotros, junto a una pareja de madrileños y 2 japonesas teniamos como meta Sharm el Sheikk, hacia donde partiriamos al dia siguiente.

Dado que era relativamente pronto, dejamos las maletas en el hotel Melia Pharaoh (un hotelazo), preguntamos en recepción el modo de llegar a la ciudad y salimos a la carretera donde paramos una monovolumen taxi que por 4 perras nos acercó a nuestro destino. Que decir tiene que nos quisieron cobrar de más, pero como ya nos habian dicho el coste en recepción y nos fijamos lo que pagó un parroquiano que se subió a la vez que nosotros, poco pudieron hacer.

No se si habrá cambiado mucho, pero la ciudad de Hurgada vale más olvidarla, perdida de tiempo, excepto por las risas que pasamos con un comerciante al que quisimos comprar una maleta de piel de camello.

9º Dia: Sharm el Sheikk

Partimos a primera hora de la mañana en una lancha rápida (foto adjunta), con destino a este paraiso de los amantes del buceo situado en la Península del Sinaí, si sois como yo propensos al mareo en barco, tomaros una pastillita, lo vais a pasar fatal.

Después de cerca de 2 horas de sufrimiento, atracamos en Sharm el Sheikk, pueblo completamente turístico. Desconocemos como estará ahora, pero en 1999 el pueblo tenia apenas una calle principal, eso si con todo tipo de locales de moda, Hard Rock Café, Kentucky Fried Chiken, etc,..., el paseo marítimo, 4 hoteles(contando las pensiones),4 casas de lugareños, y todo el desierto y calor del mundo.

Tuvimos mucha fortuna con nuestro hotel, un cuatro estrellas en lo alto de la colina que estaba genial, no recordamos el nombre; aquí al igual que en todo Egipto es conveniente contratar mínimo un 4 estrellas, ni se os ocurra un hotel de 3 estrellas, la diferencia de precio no es mucho y puede tratarse de encontraros en la gloria estar en el infierno. Precisamente en esta ciudad nuestras dos parejas de acompañantes tenían reservado un hotel de tres estrellas, que dejaba muchísimo que desear. Aquí nos pasó una cosa muy curiosa con las dos chicas japonesas del grupo, y es que el mismo día de la llegada al ver su hotel se desplazaron rapidamente hasta el nuestro y con la excusa de que una de ellas estaba enferma, pretendieron que les cediesemos nuestra habitación y que nos alojásemos en su hotel, ya que según sus propias palabras "mi amiga en esta habitación recuperarse muy bien", por supuesto nosotros nos volcamos en su ayuda, contactando telefónicamente con el responsable de la compañía en la zona, pero pese a nuestros esfuerzos y los de los chicos madrileños no se obtuvo resultado alguno; así que con gran pesar de nuestro corazón tuvieron que quedarse en su hotelito.

Estos 3 días dieron para mucho y a la vez para poco, con la historia anterior perdimos toda la mañana del primer día, así que la tarde la dedicamos a pegarnos un baño rápido, recorrer el pueblo y contratar junto con los madrileños un taxi para la noche siguiente con destino el Monte Sinaí y monasterio de Santa Catalina.

Por cierto, justo al final la avenida principal chocaba con un pequeño promontorio (foto adjunta), que por la noche se transformaba todo el en un café al aire libre fantástico, por muy poco dinero nos tomábamos unos tes y fumábamos una shisha de manzana que disfrutábamos enormemente.

10º Dia

Vicky dedicó la mañana a darse un paseo en barco para ver los peces de colores (le gustó mucho); yo por el contrario todavía tenía el mareo de la lancha rápida en el cuerpo así que preferí pasar de ver peces de colores y quedé tumbado en la playa bajo una sombrilla con un buen libro "Shogún" de James Clavel, que aprovecho para recomendarlo (que no se diga que este blog no cuida de la literatura), y poco más hicimos, ya que lo dedicamos a descansar pues esa noche nos esperaba un buen "tute"

11º Dia

A las 00:00 horas nos montamos en el taxi y atravesamos durante un par de horas parte del desierto, un detalle sorprendente es que cuando se cruzan dos vehículos en la carretera ambos vehículos apagan las luces, ¿chocante verdad?. Tras varios controles policiales (con "mordida" incluida) llegamos a la base del monte Sinaí donde comenzamos esta ascensión de 2.300 metros a fin de rememorar la de Moises y ver amanecer en lo alto. La subida es bastante facil pero pesada sobre todo en el último tramo, ya que consiste en agotadores escalones (por llamarlos de alguna manera) que te obligan a ir en fila india durante un buen rato. Es recomendable llevar linterna, por cierto a cada vuelta del camino os vais a encontrar con un camellero ofreciendo sus servicios para el ascenso (Belo camelo,Belo camelo señorina), el precio que os van a pedir es el mismo ya estéis al principio de la ascensión que al final, así que pensaroslo.

Llegados arriba por los pelos tras casi 3 horas y media de subida, disfrutamos de un amanecer extraordinario sobre un paisaje totalmente yermo que compensó en sobremanera lo agotador de la ascensión; las fotos no son muy buenas, pero para hacerse una idea valen.

Tras descansar un buen rato, iniciamos el descenso hacia el monasterio de Santa Catalina, aunque no lo hicimos por camino principal utilizado en la subida, sino por los escalones que partian a la izda de este camino que bajan atravesando un desfiladero en el que a lo lejos ves el monasterio.

Una hora menos que la subida nos llevó la bajada hasta el monasterio; esos tropecientos mil escalones fueron terribles para nuestras rodillas, así que al llegar a las puertas del monasterio nos tiramos donde pudimos a tomarnos una cocacola y esperar hasta las 9:30 hora de la apertura del monasterio.

En este monasterio no dejeis de visitar en los callejones exteriores el pozo en el que Moisés recogía agua cuando conoció a su esposa, la zarza ardiente a la que la gente reza y deja peticiones en papel en su base y el osario.

Zarza ardiente
Osario

Llegamos al hotel cerca de las 13:00 horas, tras una buena ducha dormimos unas horas dedicando el resto del dia a vagabundear por el pueblo.

12º Dia

A primera hora de la mañana nos recogió en el hotel el corresponsal de la agencia de viajes y nos llevó hasta un autobús de linea, en donde nos empaquetó a los 6 con instrucciones de que no nos bajásemos hasta El Cairo en donde nos pasaría a recoger otro de sus compañeros. Tenemos que reconocer que pese a las cerca de 5 horas de viaje en un autobús bastante deprimente, repleto de egipcios y al alucine de que nos dejaran tirados como perros, el trayecto fué muy divertido y bonito, sobre todo cuando atravesamos el canal de Suez. Cerca de las 16:00 horas arribamos a El Cairo, donde nos juntamos con el grupo que se había quedado en Hurghada y nos dirigimos hacia los respectivos hoteles. El nuestro, el Piramids Park, no estaba nada mal, un 5 estrellas en la zona de Giza, algo viejo pero cuidado; aqui os ponemos su web: http://www.ichotelsgroup.com/intercontinental/en/gb/locations/overview/crohb

En nuestra opinión si podéis coger el hotel en el centro de El Cairo, será más práctico, ya que os ahorrareis un tiempo precioso en los desplazamientos.
En el reparto de los compañeros de viaje por los hoteles desperdiciamos media tarde, así que decidimos irnos tranquilamente a cenar con Rosa, Javi y algunos otros a un restaurante cercano y tomarlo con calma.

13º Dia

En el viaje venía incluida este día una excursión a la última de las sietes maravillas del mundo que se mantiene en pie, las pirámides de El Giza y a la Esfinge.

Tuvimos la suerte de que estaba abierta al público la pirámide de Keops, así que nos lanzamos a su conquista interior, a través de unos estrechos y claustrofóbicos túneles por los que teníamos que avanzar agachados, en una de las fotos siguientes estamos saliendo de uno de ellos.

Todo el mundo cuando ve la Esfinge por primera vez se sorprende por su pequeño tamaño, así que ya estáis sobre aviso, y no os decepcioneis mucho.

Al finalizar esta visita un grupo decidimos irnos a visitar las ruinas Saqqara y Menfis, así que paramos un autobus - monovolumen que pasaba por la carretera y tras ponernos de acuerdo en el precio nos llevó a todos (unos 12) hasta estos lugares.

El complejo de Saqqara impresiona, sobre todo la pirámide escalonada de Zoser y los grabados de las mastabas sobre diferentes escenas de la vida doméstica, iros con tiempo y disfrutar tranquilamente de la visita, aunque es bastante caro el ticket de entrada merece la pena.

En Menfis, excepto uno de los dos colosos de Ramses poco hay que ver. Por cierto, algo que poca gente sabe es que el otro está situado en la estación de ferrocarril de Ramses en El Cairo.
De aquí nos dirigimos al Jan el Jalili el bazar, es muy divertido perderte en sus callejuelas y regatear a saco. No perdáis de vista el objeto que vayais a comprar, y comprobar antes de pagar y con el en la mano que es el mismo por el que estábais regateando, os digo esto, ya que muchas veces con la excusa de que te lo van a envolver te dan "yeso por liebre".

En El Cairo no tuvimos sensación de inseguridad, la policia turistica, que se reconoce por un brazalete (creo recordar que verde), está muy pendiente y dispuesta a ayudar ante cualquier problema que se presente, pululan por toda la ciudad y un detalle en que nos fijamos es que apuntaban las matrículas de los taxis que llevaban turistas a bordo, la hora de paso, etc...

14º Dia

Aunque varios de los componentes del grupo habían propuesto quedar para el día siguiente, Vicky y yo decidimos ir por libre ya que nos quedaba este dia y la mañana del siguiente y no estábamos dispuestos a perder el tiempo en discusiones sobre que hacer ó no. Por este motivo en cuanto desayunamos, regateamos con un taxista de la parada del hotel de nombre Gamal (muy majo) y por un dinero razonable lo tuvimos a nuestra disposición hasta las 17:00 horas.

Justo cuando acordamos el precio apareció un chico mexicano Enrique, con el que mantenemos una muy buena amistad a través de internet, que estaba alojado en nuestro hotel proponiendonos compartir el taxi hasta el museo egipcio, que precisamente era nuestra primera parada, así que le llevamos gratis por supuesto, y en correspondencia nos hizo de guia en la visita obligada y deseada del Museo Egipcio(fantásticamente por cierto), ya que había estado el dia anterior con una visita guiada. (Un fuerte abrazo para Enrique, que sabemos nos visita de vez en cuando).

Museo Egipcio

El resto del día Gamal nos llevó por lo más interesante de esta ciudad, Mezquita de Saladino, Barrio Copto, el famoso Pirulí cairota, Cementerio judio y a la Ciudad de los Muertos, donde conviene que no vayais solos para evitar meteros donde no debais. Todo ello con la consabida y habitual parada en el restaurante Felfela para disfrutar de la autentica comida egipcia y de una buena shisa de manzana.

Si hubiesemos tenido un día más en esta ciudad hubiese sido bonito escapar hasta Alejandría, pero como siempre decimos, habrá que dejar algo para otra ocasión.

¡Animo! y a disfrutar de Egipto

Nos vemos turisteando.