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5 mar 2009

Grecia e Israel




Mucho ha llovido desde Julio de 1995, fechas en las que anduvimos por estos paises. La situación en Israel, aunque lleno de controles del ejercito y algún que otro atentado, no tenía nada que ver con la que desgraciadamente se vive en estos momentos.

De aquella existian aun los dracmas y pesetas, ni se habían inventado las cámaras digitales, por lo que pocas fotos tenemos y alguna de ellas impublicables, así que haremos lo que podamos, todo sea por nuestros nuevos amigos del blog, Carlota y Mario de Madrid, que al igual que nosotros preparan su viaje de novios por esas latitudes.
Nuestro viaje tuvo una duración de 15 dias, divididos como sigue 4 noches Atenas, 7 noches de crucero recalando en varias islas griegas, Efeso (Turquia), e Israel, y de vuelta a Atenas para pasar otras 3 noches.
Hoy en día proliferan los cruceros por el Mediterraneo y a muy buen precio, pero de aquella había 4 y caros, así que a pesar de intentar tirar la casa por la ventana, nos tuvimos que conformar en Atenas con un hotel que de aquella equivalía a un 3 estrellas y la cabina más barata del barco.
Por cierto queremos aprovechar para enviar un gran besazo a nuestros primos lejanos Cenci y Jose (incansables viajeros), con los que charlando un día nos enteramos que hicieron el mismo viaje que este que os narramos, coincidiendo en el hotel y en el barco.
Nuestro hotel en Atenas, el Stanley, está muy bien situado, tiene una piscina y bar-restaurante en la terraza, con vistas espectaculares y con desayuno fenomenal, mirar que ya han pasado años y todavía nos acordamos del fantástico yogurt y de los bollos que nos ponían. Os adjuntamos su web.


Derecha al fondo "La Acropolis"



Lunes 3 de Julio:



Pues bien llegamos a la impresionante Atenas sobre las 16:00 horas tras 3 horas y pico en un vuelo charter de la compañía Oasis, por lo que tras dejar nuestras maletas, reservamos en el mismo hotel un coche para los tres días siguientes y nos lanzamos bajo un sol de justicia a la conquista de la colina Likavitos, a la que se sube utilizando un tren cremallera ó un sendero. En lo alto tenéis un bonito mirador, un carísimo restaurante y la capilla Agios Georgios, que tuvimos la suerte de poder visitar, ya que estaba teniendo lugar un bautizo en ese momento. En este lugar fue donde aprendimos nuestra primera frase en griego que resultó fundamental en todo el viaje: "Parakalo Krio nero megaló" (Por favor agua fria grande).



Independientemente del espléndido atardecer que disfrutamos con la mejor vista sobre la ciudad, los aviones que despegaban del aeropuerto pasaban justo por encima, con lo que impresionaba aun más.
Una vez atardecido nos dirigimos hacia un restaurante que nos había recomendado mi profesor de artes marciales Joaquín, un sitio elegante de comida autentica griega y muy bien de precio, aquí va su web: www.hermion.gr/en/


Este restaurante aprovecha un patio interior y durante toda la cena disfrutas de la música de un pianista, el cual al final de su actuación se sentó con nosotros y charlamos un rato.
Si no recuerdo mal nos tomamos queso a la parrilla (ahora ya te lo ponen por aquí, pero de aquella nos sorprendió mucho), dolmadas (carne, ó arroz envueltos en hojas de parra), cordero, vino, baklavas, cafes y chupitos, todo por 30€ de ahora. Hablamos de hace 13 años, creo que hoy en día Atenas está bastante caro.
De ahí ya nos volvimos al hotel en taxi, con los que hay que regatear a morir, por cierto en Grecia los taxis se comparten, así que aunque veais a alguno con gente podeis pararlo.






4 de Julio:

Comentaros que el alquiler del coche resultó carísimo (60€ diarios), pero teniendo en cuenta nuestro espiritu 100% libre, y el coste de cada excursión, nos salió mucho mejor, eso si conducen como locos, la prueba está en que en los bordes de las carreteras prodigaban capillitas en homenaje a fallecidos; (por cierto muchas de ellas con comida, frutas, bebidas, etc..).
Pues bien este día tocaba el Peloponeso, parando en el famoso canal de Corinto que une el golfo de Sarónica con el de Corinto que se encuentra a unos 2 km. de la ciudad. Una vez atravesado el puente nosotros paramos y volvimos sobre nuestros pasos andando hasta la mitad del puente, si en ese momento teneis suerte y está atravesándolo un barco, es impresionante.




Como ya había hambre, hicimos una visita panorámica a la ciudad de Corinto (buena playa), y nos dirigimos hacia Epidauro, uno de los recintos arqueológicos mejor conservados de toda Grecia, destacando el impresionante teatro Griego, pero antes, en el pueblo de Ligourion en la carretera, encontramos un restaurante, el Koronis, donde comimos un pastichio impresionante y baratísimo.

Una vez repuestas nuestras fuerzas y habernos aprovisionado de "Krio nero", fundamental, procedimos a la visita, lo que me recuerda la importancia del calzado ya que todos los escalones etc... de las ruinas griegas son tan lisas que los resbalones están a la orden del día y pueden ser bastante peligrosos, y si no que se lo digan a Vicky que resbaló y se bajó todas las escaleras de este teatro de culo , fueron imposibles los intentos de frenarla de varios turistas, al llegar abajo se levantó con una gran elegancia en medio de la algarabía general (¡pa habese matao!).
Por cierto, este teatro, tiene una acustica increible, si os poneis en el centro de la orquesta, y hablais en tono normal, se escucha perfectamente desde cualquier punto de las gradas.



Desde aquí me caí :)



Una vez terminada la visita regresamos hacia el hotel recorriendo la costa, como a unos 120km de Atenas encontramos una playita de piedras guapísima, así que nos dedicamos el resto de la tarde a pegarnos un chapuzon y bañarnos en el Egeo.
Por cierto esa noche llegamos bastante cansados así que cenamos en el restaurante de la terraza del hotel, donde nos tomamos una mousaka muy buena, disfrutando de vistas sobre el monte Likavitos y la Acrópolis iluminada.




Likavitos




5 de Julio:


Después de desayunar nuestro yogurt griego favorito, nos dirigimos a Delfos, famoso por su oráculo donde los hombres podían comunicarse con los Dioses, aunque está a unos 100km de Atenas, fuimos parando en diferentes pueblos, por lo que cuando llegamos era sobre las 13:00 horas, así que decidimos comer temprano ya que todos los museos solían cerrar a las 17:00, este centro arqueológico es muy grande y hay que patear bastante. Comimos en la taberna Elatos (situada en la calle principal) unas verduras a la parrilla y cordero que estaba buenísimo, especialmente las verduras, creemos que es el país del mundo donde mejor las preparan, además en una terraza con muy buenas vista y bien de precio, la foto siguiente no hace justicia.





La visita es bien facil, solo debéis seguir la via Sacra que va recorriendo todos los edificios de interés, lo dificil es aguantar el clima, es dificilísimo encontrar una sombra en todo el recorrido, así que volvemos a recordaros la importancia del agua y una gorra; por cierto no flaqueeis al llegar a la cuesta que os lleva al Estadio, merece la pena ese pequeño último esfuerzo.


Independientemente de las ruinas exteriores, no debeis dejar de visitar el museo arqueológico, sobre todo las dos últimas salas, en donde se encuentran el impresionante auriga de bronce y la estatua de Antínoo, realizada esta última en marmol de Paros.
Una vez terminada la visita, con una sudada que no os podeis imaginar (debíamos rozar los 40º), nos dirigimos por la costa buscando una playita para pegarnos un chapuzón antes de dirigirnos de vuelta a Atenas.
Este 5 de Julio fué un dia para recordar, entre otras cosas porque descubrimos los famosos bocatas griegos. Nuestro hotel estaba situado en la plaza Kariaskaki, pues bien, segun salís del hotel atravesais la plaza y subís por la calle Karolou, justo al principio se encontraba un pequeño restaurante (por llamarlo de alguna manera), tenía un mostrador al fondo y un par de mesas, en donde te preparaban un bocata tipo doner turco (que de aquella ni sabíamos lo que era), pero en el que aparte de carne salsas, ensalada, te metian un montón de cosas más, incluidas patatas fritas. Sres. que cosa más deliciosa.


6 de Julio:


En el punto más meridional de Grecia se levanta el cabo Sounión, un pequeño promontorio en el que se encuentra el templo de Poseidón. En este lugar tienen fama las puestas de Sol, así que como nuestra intención era estar presente en ese acontecimiento teníamos intención de dedicar el dia a visitar toda población que encontráramos de camino, pero dimos con un pueblo que tenía una playa de arena preciosa (por desgracia no recordamos el nombre), así que estuvimos prácticamente todo el día hasta que llegó la hora de dirigirnos al cabo Sounion.








7 de Julio:


Del dia de hoy poco hay que comentar, ya que tras desayunar nos dirigimos al puerto del Pireo, para embarcar en el MTS W. Renaissance de la compañía Epirotiki y comenzar nuestro crucero






Si recordáis os comentamos que habíamos cogido la cabina más barata, así que nos tocó en el fondo del barco al lado del motor y en litera (jeje, nada mejor para un viaje de novios). Al final resultó fenomenal, ya que atravesamos a la salida de Israel un temporal tremendo y otros viajeros de cabinas superiores (en precio y altura), lo pasaron realmente mal. Unas colombianas con las que hicimos amistad (abuela, madre e hija), se pasaron la noche temblando de miedo, y nosotros ni nos enteramos.
Por cierto en la cabina de al lado, más espaciosa y de cama matrimonial, viajaba una sra. griega encantadora, con la que charlamos muy a menudo, al enterarse de que estabamos de luna de miel se empeñó en cambiarnos de cabina, lo cual no aceptamos, aunque le agradecimos mucho el detalle.
Señalar que los cruceros son una manera ideal de viajar, y están fenomenal, siempre que no seais propensos al mareo, ya que el Santi se pasó todo el viaje mareado y no por las curvas de Vicky precisamente. De todas maneras dando de lado este pequeño inconveniente, lo pasamos muy bien.



8 de Julio


A las 7 de la mañana llegamos a la isla de Patmos, donde por 30$ te llevaban a visitar el monasterio de San Juan, nos pareció bastante caro por una hora de excursión, así que no nos apuntamos y nos dedicamos durante esa hora a recorrer el pueblín marinero de Patmos, lo cual no estuvo mal.


A las 10 embarcamos de nuevo y partimos rumbo a Kusadasi, a fin de admirar el sitio arqueológico más extenso del mundo, Efeso, en donde entre otras cosas se encuentra la Biblioteca de Celso, para continuación visitar la casa de la Virgen María, y terminar en la típica fábrica de alfombras
Esta excursión mereció la pena y os la recomendamos 100%
En este crucero, al ser de una compañía griega, coincidimos con muy poca gente de habla hispana, es más, en el barco no había ningún otro español, excepto las colombianas, una familia ecuatoriana y unos argentinos que vivian en Israel, por lo que en nuestra mesa coincidimos con una pareja griega y otra americana, más concretamente de Tejas, estos últimos eran simpatiquísimos, ahora si, ¡nos costaba un trabajo entendernos!.





9 de Julio:


La escala de este día era la isla de Rodas, cuando amanecimos ya estábamos atracados en la isla, por lo que a las 7:00 estaba prevista una excursión a Lindos, a la que no nos apuntamos, prefiriendo alquilar una moto y dedicarnos a recorrer lo que pudiesemos hasta las 12:00 horas hora de partida hacia Haifa (Israel)
Tras un paseo de una hora en moto para ver las playas (tampoco era plan de bañarse a las 8 de la mañana), dedicamos el resto del tiempo a visitar la ciudad mediaval, muy cerca del puerto.




10 de Julio

La mañana la pasamos en ruta, así que disfrutamos de la piscina hasta las 14:00 horas, en que llegamos a Haifa, donde tras pasar las formalidades de las autoridades israelies, partimos rumbo a Nazaret, Mar de Galilea, Rio Jordán, nos sacamos el carnet de conductores de borriquitos y cenamos en el pueblo de Hosha`Ya en los montes de Galilea, todo por el módico precio de 58$ por cabeza (mereció la pena)





Durante la cena en el desierto, que tuvo lugar en unas jaimas enormes, difrutamos de un menú típico de aquella época, así como música local y la danza del vientre, donde Santi hizo gala de su famoso movimiento de cadera cuando la chica del espectáculo le sacó a bailar (no pondremos el video para no avergonzarlo).



11 de Julio:

Partimos de Haifa a primera hora de la mañana, ya que la excursión del dia (60$), nos llevaba hasta Jerusalen, donde recorrimos la iglesia del Santo Sepulcro, la Via Dolorosa, el bazar y el muro de las Lamentaciones, comiendo en el monte de los Olivos y dirigiendonos a continuación hacia Belen , donde dentro de la iglesia de la Natividad se encuentraba el establo donde nació Jesús.
Como comentario, deciros que aunque nos gustó la excursión, nos decepcionó un poco, ya que no tiene nada que ver con la idea del Belén que tenemos preconcebida, el portalín, las palmeras, etc... (este tipo de paisaje lo podéis ver en Egipto). Entras en una majestuosa iglesia en medio de la cual y bajando unas escaleras llegas a un sotano donde en una especie de altar ves un agujero en el suelo bordeado por una figura de estrella, ¿Donde está mi pesebre?, ¿mi mula?, ¿y mi caganet?.



12 de Julio:


Tras todas la noche de travesía, sobre las siete de la mañana desembarcamos en lanchas hasta la isla de Santorini (personalmente la que más nos gustó), aquí no cogimos excursión, por lo que subimos en el teleférico desde el puerto hasta la ciudad de Thira.


Comentar que también se puede realizar el trayecto en burro, pero no os podeis imaginar como bajaban esos burros y sus pobres turistas, miedo daba por la velocidad a la que iban. Nos pasamos la mañana paseando lamentando tener que abandonar esta isla, ya que apenas nos dieron 4 horas y a las 11:30 horas ya estábamos camino hacia la isla de Miconos.
A las 16:30 desembarcamos en lancha hacia el paraiso de los gays (con todos nuestros respetos, nunca vimos tantos por metro cuadrado, incluso me sentí hombre objeto), donde tuvimos la mala suerte de alquilar una moto que apenas podía con nuestros cuerpos serranos, por lo que tras un paseo por los alrededores la devolvimos dispuestos a recorrer la ciudad tranquilamente hasta las 21:30. Esta isla, muy bonita, es famosa por sus molinos de viento, sus bares del puerto, su pelícano Petros, la mascota de la isla y sus estupendas playas.



13 de Julio


Desembarcamos a primera hora de la mañana en el puerto de El Pireo





Tras dejar el equipaje en el hotel echamos practicamente a correr para no perdernos el cambio de guardia en la plaza Sintagma, justo debajo del Parlamento se encuentra la tumba al soldado desconocido, donde los euzones realizan un original cambio de guardia a las horas en punto. Si podeis verlo en Domingo es mucho mejor, ya que ese día lo realizan con más parafernalia.




A continuación nos dirigimos hacia la plaza Mitrópolis donde tras visita la catedral ortodoxa continuamos por la calle Mitropoleos hasta el número 69, a unos 50 metros de la plaza dejando a nuestra espalda la catedral en la acera izda, os encontrareis con un restaurante, el Thanasis, si no recordamos mal la fachada tenía mucha madera y cristal, y os aseguramos que es visita obligada, en la vida hemos tomado kebaps mejores que estos y si no recordamos mal una entrada, unos kebas (de plato, no bocadillo) y bebidas no llegó a 6€ los dos.


El resto del dia lo dedicamos a recorrer las multiples iglesias,capillas y tiendas del barrio de Plaka, charlando con un montón de comerciantes, por cierto que en una de esas tiendas artesanales a Vicky le gustó mucho un vestido pero el paisanín no le daba el precio, poniendonos como condición que al día siguiente pasásemos a tomar un té por la tarde para hablar del asunto, y eso que estuvimos como media hora de cháchara. Por desgracia al día siguiente nos fue imposible volver a pasar.



14 de Julio:




Hoy tocaba la Acrópolis (ciudad alta), así que decidimos dedicarle toda la mañana a las Cariatides, Partenón y demás maravillas de este centro arqueológico.



Este día volvimos a comer al Thanasis, donde pasamos la mayor verguenza de nuestra vida, al vernos entrar el camarero del dia anterior, hizo levantar a dos parroquianos que estaban comiendo en una mesa y les llevó los platos a la barra, a pesar de nuestras protestas; los parroquianos se levantaron, nos sonrieron, como si fuese lo más normal del mundo....igual que en la pelicula "Mi gran boda griega" :).
La tarde la dedicamos a pasear y finalizamos nuestra visita al pais helénico regresando al restaurante Hermión, donde de nuevo el pianista, nos dedico sus canciones a fin de tener un grato recuerdo antes de partir hacía nuestra tierra al siguiente día.

Nos vemos turisteando

2 comentarios:

Alberto dijo...

He estado unos días en Atenas y aunque me ha gustado mucho, los precios ya no son como cuando estuvisteis. Nos alojamos en el hotel Stanley y comimos en los dos restaurantes que recomendabais, bien todo.
Desde aquí aprovecho para animar a los visitantes del blog a seguir vuestros consejos.
Saludos y gracias

Vicky y Santi por el Mundo dijo...

Alberto, graias por tu comentario y por hacernos publicidad, nos alegramos de que aún sigan abiertos esos restaurantes y que se siga comiendo bien en ellos.
Nos vemos turisteando.

Silencio. Cierra tus ojos otra vez...
Acércate al recuerdo,
navegando nuevamente aquellos mares
tan lejanos;
intentando atrapar ese anochecer único...
alcanzando a descubrir lugares secretos
guardados solo para ti...

Otra vez: Cierra tus ojos... alumbra tu alma...
Volverás entonces a sentir
intensamente en tu ser
aquel fulgor de luz
junto a ti...
Aquel mágico viaje...!! aquel momento !!
Recuerda: VIAJAR ES VIVIR.

(A. Alonso Biscayar, gran poeta y buen amigo)