Bretaña Francesa

En Octubre del 2001, a la vuelta de un viaje a París, como nos quedaban unos dias de vacaciones y no habíamos "fundido" todo lo previsto, decidimos desviarnos hasta esta region Francesa de particular belleza, lo cual nos habían recomendado nuestros amigos Ana y kike que ya lo habían visitado. Unas webs que os puede ser utiles son las siguientes: http://www.bretagne.com/

http://www.tourismebretagne.com/

http://www.gites-de-france.com/gites/fr/gites_ruraux

Nuestra primera parada fué la capital de la Bretaña francesa, Rennes, a donde llegamos muy tarde ya que nos perdimos al salir de París; por suerte habíamos reservado un hotel de la cadena Campanile como solemos hacer en nuestras estancias en este pais, así que no tuvimos mayor problema al disponer de servicio de cajero para las habitaciones. http://www.campanile.com/en/default.aspx

1º día

Rennes se visita bien en una mañana, lo principal son cuatro cosas:

La ciudad medieval del siglo XVI, con casas construidas a base de barro y madera, que también es típica de varias zonas de Inglaterra.

Catedral de St. Pierre de del siglo XIV

El Parque Thabor, el canal de Ille et Rance.y el mercado de la place de Lices son otros de los lugares que merecen una parada, aunque todo lo anterior no os llevará más de 3 horas.

Al mediodia, más ó menos partimos rumbo a Fougeres, donde tenemos que destacar su castillo medieval, el parque municipal, tampoco dejéis de dar un paseo por el barrio que rodea al rio.

Ya avanzada la tarde tomamos camino hacia Le Mont Saint Michel, única incursión en este viaje por territorio de Normandía, pero que al estar tan cerca no quisimos dejar escapar la oportunidad. Nuestra intención era alojarnos lo más barato y cerca posible, así que íbamos parando en todas las casitas donde veíamos el cartel de "chambre", tuvimos la suerte de encontrar una fenomenal, no nos quedamos con tarjeta, pero es facil llegar:

Supongamos que estamos de espaldas a la entrada al Mont Saint Michel en la carretera que la une a tierra firme (tal como estoy en la foto de arriba), al llegar a tierra firme vamos a encontrarnos a ambos lados del camino con varios hoteles (buena opción también); justo donde los hoteles parte una carretera a la izda (recordar que estamos de espaldas al monte), nos desviamos poe ella y como a unos 100 ó 200 metros vereis a la izda una casa que alquila habitaciones con el plus añadido que tienes vistas al monte. Os pongo el enlace con la foto satélite del monte por si os sirve para orientaros mejor.http://maps.google.com/maps?ll=48.636085,-1.511124&spn=0.006682,0.013699&t=k&hl=en

Visitar el monte de noche y si la economía lo permite cenar en alguno de sus restaurantes, si vais acompañados de vuestra pareja, hará de ese dia algo especial.

2º Día

No os perdáis la visita de la Abadía, es impresionante la vista desde sus ventanales cuando la marea está baja y se puede vislumbrar km. y km. de arena y ni pista del mar; estar atentos para no perderos como sube la marea a galope de caballo. El coche podéis dejarlo en un parking al lado de la carretera de acceso, pero fijaros en los carteles para saber a que hora sube la marea, ya que queda completamente inundado con la misma

Después de esta preciosa visita, nos dirigimos hacia Cancale, pequeño pueblo costero cuyo único atractivo son las Huitres (ostras). Hay que visitar la plaza ostrera y tomarse en alguno de sus puestos por unos 7€ media docenita con su limón, a los que os gusten claro está, a mi es que me dan un poco de grima meterme en la boca esa masa gelatinosa que se te retuerce, así que tras darnos un paseo nos dirigimos a un restaurante del puerto a probar otro tipo de delicatesen.

Nuestra siguiente parada fué St. Maló, podéis dejar el coche justo al lado de la ciudad amurallada en un gran aparcamiento, ya que se recorre facilmente andando, para ello una vez aparcados debeis atravesar la puerta de San Vicente hacia la plaza de Chateaubriand donde ya os encontraréis con carteles que os ayudarán ha realizar un recorrido por sus calles y monumentos principales. Recuerdo que cuando llegué a esta plaza me pregunté si este diplomático francés Francois Rene de Chateaubriand, nacido en St. Maló, tendría algo que ver con el filete de ese nombre, así que a la vuelta del viaje entré en internet y resulta que aunque este tipo de filete se llame así, fue en realidad invención de su cocinero de apellido Montmirail, y en honor de este último vamos a incluir la receta, ¡Que Coño!.

"Se pone el filete a la parrilla atado con otros dos trozos de carne en la parte exterior, de esta forma se asan los extremos durante casi diez minutos quedando el filete interior 'poco hecho', que es el Chateaubriand. La ración servida bajo esta denominación es generalmente de gran tamaño, el grosor del corte puede superar los cuatro centímetros y llegar a pesar entre el medio kilo y los 800 gramos. Se considera por su tamaño que es una ración para dos personas.
Se suele servir 'Poco hecho', con su interior ligeramente rosado, en un plato caliente. Las salsas de acompañamiento son muy variadas, una de las más frecuentes es la bearnesa".
Cuando llegueis a la Porte Saint Thomas, subir por unas escaleras hasta las murallas y daros un paseo las vistas merecen la pena, tanto hacia fuera de los muros como intramuros.

De St. Malo tenemos fotos realmente horribles, así que hemos "robado" una de internet muy bonita con la que os podéis hacer una idea general.

Aunque St. Maló debe ser un sitio estupendo para estarse unos dias y disfrutar de la playa, al estar en Octubre no es esta una opción, así que tomamos rumbo por la carretera costera con destino a Paimpol donde nos costó encontrar alojamiento asequible aunque al final dimos con un B&B estupendo que estaba cerca del cementerio, pero más no recordamos.

Tras dejar los trastos nos dimos un paseo por la zona del puerto y nos metimos en un fantástico restaurante donde nos tomamos unos mejillones y unos crepes que estaban de morirse y a muy buen precio. lo único destacable fué lo que nos costó conseguir que nos entendieran que queríamos un café con leche, y es que no sabíamos "ni papa" de frances, al final tras algún ¡muuu!, nos entendieron. Para que no os pase se pronuncia "café ole".

3 día

Este día tras desayunar copiosamente en nuestro B&B con tarta Tatín incluida. (tarta de manzana), lo dedicamos a recorrer la famosa costa de granito rosa, (La Cote de Granit Rosa), no podéis dejar de visitar los pueblos de Ploumanac'h, Trégastel y Trébeurden.
En Ploumanac'h imprescindibles el faro de granito rosa y el antiguo molino de marea, de los otros dos sitios lo mas destacable son las playas, pero como ya os comentamos al ser Octubre...

Entre ir por carreteras comarcales e ir parando cada poco, nos pasó practicamente todo el día, por lo que mediaba ya la tarde cuando tomamos camino hacia Vannes. Aquí repetimos el alojamiento en un hotel de la cadena Campanile.

4º Dia

En Vannes hay bastantes cosas que ver, las más famosas son sin duda sus jardines, murallas, la antigua lavandería, la Catedral de Saint Pierre, la Tour de Connétable, y por supuesto, como en todas las ciudades y pueblos de la Bretaña, nada mejor que pasear por el casco antiguo.

Una vez recorrida la ciudad no dejéis de visitar Carnac, el monumento megalítico más grande del continente, campos y campos llenos de menhires, dolmenes, etc... , una escapadita no os llevará mucho tiempo, ya que desde la misma carretera podéis verlos perfectamente. Nosotros fué lo que hicimos ya que nos cayó un chaparrón tremendo, por lo que ni nos bajamos del coche a hacer fotos, así que os ponemos una de las que pululan por internet en cualquier página que haga referencia a este sitio.

Con esto dimos por finalizado nuestra escapada imprevista a la Bretaña, motivo por el que nos quedaron unos cuantos sitios importantes por visitar, pero en 4 días poco más se puede pedir y lo importante es haberlo disfrutado. Por cierto, existe la opción de realizar varios recorridos fluviales por La Bretaña, por si os animáis os adjuntamos una web que puede seros de utilidad.
http://www.leboat.es/turismo_fluvial

¡Nos vemos turisteando!